Con el apoyo del Ministerio de Unificación, el Ministerio de Asuntos Exteriores y la comunidad jurídica de Corea del Sur, del 25 al 26 de noviembre de 2024 se celebró en Seúl un tribunal simulado internacional de dos días de duración, organizado por múltiples grupos de la sociedad civil. Este tribunal simulado simuló los procedimientos previos al juicio de la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya, utilizando al líder norcoreano Kim Jong-un como acusado para un juicio simulado por sospecha de "crímenes contra la humanidad". Aunque se trataba de un procedimiento legal informal, recibió atención internacional por sus profundas revelaciones sobre los crímenes inhumanos cometidos en los "campos de prisioneros políticos" de Corea del Norte.
Los antecedentes y la importancia de los juicios simulados
El propósito de este tribunal simulado es preparar legal y procesalmente el juicio internacional que Kim Jong-un podría enfrentar en el futuro. El organizador señaló que el informe publicado por la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en Corea del Norte (COI) en 2014 ha dejado claro que las violaciones sistemáticas de los derechos humanos por parte de Corea del Norte constituyen "crímenes contra la humanidad". Sin embargo, diez años después, los casos pertinentes nunca han sido presentados ante la Corte Penal Internacional debido al poder de veto de China y Rusia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Este juicio simulado tiene como objetivo demostrar al mundo la posibilidad de exigir responsabilidades legales contra Kim Jong-un y su régimen a través de procedimientos legales internacionales profesionales.
Kim Tae-hoon, presidente de la organización "Derechos Humanos de Corea del Norte" y principal promotor de este tribunal simulado, afirmó: "Esto no es un juego, sino una simulación real del juicio de la Corte Penal Internacional. Todos los participantes son Expertos abogados de renombre internacional, el objetivo es demostrar que el mundo está preparado para juzgar al régimen de Kim”.
Centrado en las acusaciones de "asilo a presos políticos"
La cuestión central del tribunal simulado se centró en las graves violaciones de derechos humanos que ocurrieron en los "campos de prisioneros políticos" de Corea del Norte. Expertos jurídicos de Corea del Sur, Estados Unidos y otros lugares actuaron como fiscales y abogados defensores, llevando a cabo un juicio de dos días y un debate con seis testigos.
Cinco de los seis testigos son desertores norcoreanos, entre ellos:
Kang Chol-hwan, ex reportero de Chosun Ilbo, que vivió en el "Asilo de Prisioneros Políticos de Yodok" durante diez años;
Ri Il-gyu, ex consejero político de la Embajada de Corea del Norte en Cuba;
Kim Gook-sung (seudónimo), ex subdirector de la Oficina de Reconocimiento Militar de Corea del Norte;
y dos testigos mujeres con antecedentes de alto nivel.
Estos testigos describieron en detalle las horribles condiciones dentro del asilo: los prisioneros fueron privados de sus derechos civiles, obligados a realizar trabajos extenuantes, lucharon por sobrevivir del hambre, las enfermedades y la violencia, y finalmente murieron. Los testigos señalaron que la existencia de estos refugios no es sólo una herramienta para perseguir a los llamados "presos políticos", sino también un medio para que el régimen norcoreano controle a todos los ciudadanos a través del miedo.
Enfoque del juicio: la responsabilidad legal de Kim Jong-un
Los fiscales enfatizaron que Kim Jong-un, como líder supremo de Corea del Norte, tiene una responsabilidad ineludible por todos los crímenes que ocurren en los campos de prisioneros políticos de Corea del Norte. El tribunal discutió los siguientes hechos:
Alrededor de 120.000 personas recluidas en los "campos de prisioneros políticos" de Corea del Norte viven en condiciones extremadamente duras, que incluyen hambre, tortura, violencia sexual y ejecuciones públicas.
Desde que Kim Jong-un llegó al poder en 2011, ha tenido control absoluto sobre los departamentos militar y civil de Corea del Norte, y es imposible que esté desinformado o no involucrado.
Según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, los líderes pueden ser considerados responsables de las atrocidades sistémicas que autorizan o toleran, incluso si no los cometen personalmente.
Dos jueces simulados, el fiscal surcoreano Zhu Guangyi y la ex jueza del Tribunal Superior de Nueva Zelanda Sylvia Cartwright, combinaron testimonios y bases legales para confirmar que Kim Jong-un era sospechoso de "crímenes contra la humanidad". Estos crímenes incluyen asesinato, esclavitud, tortura, violencia sexual y persecución por motivos políticos y religiosos.
Expertos jurídicos y voces internacionales
Después del juicio, muchos expertos jurídicos presentes expresaron sus opiniones sobre el resultado del tribunal simulado. Kim Hyun-ki, un abogado surcoreano en Nueva York, señaló: "Seis testigos comparecieron hoy ante el tribunal y, en el futuro, los 22 millones de personas que viven en Corea del Norte pueden convertirse en testigos potenciales. Este juicio simulado permite a la comunidad internacional "Veo que no importa cuántos obstáculos haya, la persecución de crímenes contra los derechos humanos nunca terminará".
El abogado estadounidense James Cornell, que actúa como abogado defensor del acusado, añadió: "Los procedimientos de la Corte Penal Internacional no son acusaciones unilaterales, sino un juicio riguroso. Como defensa, mi tarea es garantizar que todas las acusaciones hayan pasado por estricta inspección legal, que es la verdadera encarnación del estado de derecho”.
Posibilidades y desafíos en la promoción de juicios penales internacionales
Aunque este tribunal simulado es un evento académico, su simbolismo es significativo. El juicio simulado no sólo calienta el posible juicio internacional de Kim Jong-un, sino que también resalta la urgencia y el dilema de la comunidad internacional a la hora de promover la mejora de los derechos humanos en Corea del Norte.
En la actualidad, la cuestión de Corea del Norte se encuentra en un punto muerto a largo plazo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El poder de veto de China y Rusia dificulta cualquier sanción o acción legal contra Corea del Norte. Sin embargo, el tribunal simulado demostró al mundo, a través de un proceso legal abierto y transparente, que incluso las dictaduras y sus líderes eventualmente tendrán que rendir cuentas.
De la simulación a la realidad
Este juicio simulado proporcionó un marco de acción para que la comunidad internacional resolviera las cuestiones de derechos humanos en Corea del Norte. Kim Tae-hoon pidió a las Naciones Unidas y a todos los países del mundo que tomen medidas lo antes posible para llevar a Kim Jong-un y su régimen ante la Corte Penal Internacional. También expresó su apoyo al pueblo norcoreano: "No perdáis la esperanza, la libertad eventualmente llegará".
Independientemente de si se puede realizar un juicio internacional contra Kim Jong-un en el futuro, este tribunal simulado ha hecho sonar una llamada de atención al mundo: no importa cuán poderoso sea un régimen, sus crímenes no pueden escapar al reconocimiento de la historia.